¿Y si hoy toca?

¡Buenas tardes!

¿Qué tal? Empiezo a ser persona ahora que acaban de dar las dos de la tarde… los lunes no son lo mío, me cuesta mucho calentar motores, pero lo bueno es que al final el día pasa y uno se va metiendo en la rutina, ¿verdad?

Pues nada, estoy aquí para contaros lo que me ha pasado hoy. Entré al trabajo como cada día a las ocho en punto, allí estaba ya Nataniel, el compañero de recepción, tecleando desde hacía rato,  siempre es de los primeros en llegar. Tras refunfuñar un buenos días (no esperes más de mí un lunes por la mañana) correspondido sin levantar la cabeza de lo que estaba haciendo, pasé a su lado y fui hasta el fondo del pasillo, a mi despacho.

En lo que esperaba que arrancara el equipo abrí las persianas y una sola ventana, pues ya a cuatro de diciembre se empieza a notar el aire fresco en la isla. En el trabajo se me pasa media vida intentando solucionar los correos electrónicos que me van entrando, así que con un suspiro y mi café, que acababa de pedirme en la cafetería junto a la oficina, abrí la página web y tomé un sorbo antes de enfrentarme a los cuatrocientos treinta y un correos electrónicos que había recibido desde el viernes a las dos de la tarde.

Trabajo en el área de reclamaciones de una conocida empresa de automoción, soy la encargada de derivar cada reclamación a su área específica. Llamar al cliente y hacer el seguimiento. Trabajo por objetivos, y estos están basados en el tiempo de resolución de cada incidencia, así que soy la primera interesada que todo se solvente lo antes posible.

En una empresa tan grande como la nuestra es normal que ocurran errores y yo soy la encargada de solucionarlos o de dejar al cliente lo suficientemente satisfecho, o tranquilo como para que no solo no nos interponga una demanda, sino que la reparación sea lo suficiente como para pensar en volver a adquirir nuestros productos o contratar nuestros servicios.

El trabajo en sí no se me da mal, eso sí, hay tres cosas necesarias en mi vida para poder soportar el estrés que supone mediar con personas enfadadas o muy enfadadas durante ocho horas al día:

Primero: el nivel de cafeína en el cuerpo no puede ser inferior a cuatro tazas al día.

Segundo: el yoga es fundamental e imprescindible. Cada día dedico entre cuarenta y cinco minutos a hora y media a ello, según mi jornada y el tiempo disponible.

Y por último: sexo. Sí, sexo. Lo malo es que acabo de divorciarme hace tres meses, tres meses en los que no he tenido ningún tipo de contacto masculino, que sí, que el vibrador es útil y está muy bien para un apaño, pero ya estoy necesitando carne, caliente, que responda a mis caricias, que satisfaga cada rincón de mi cuerpo.

Así que los últimos tres meses en el trabajo no han sido demasiado buenos, me cuesta mantener la calma, ofrecer mi sonrisa y aunque, en general, me considero una persona empática que conecta con las personas con facilidad, se me está haciendo cuesta arriba.

Y una vez puestos en situación, aquí lo que quería contaros. Hace unos minutos, casi terminando la jornada antes de irme a almorzar, estaba tan metida en las tareas que me había olvidado hasta del café de las doce, y el chat interno de la empresa saltó con un mensaje de Nataniel.

—¿Eres humana? —reí. Mi compañero era un poco payaso.

—Eso dice mi madre, pero yo empiezo a dudarlo. ¿Por? —contesté, me quité las gafas y estiré la espalda para aliviar la molestia de haber estado tantas horas en la misma postura.

—Llevas seis horas ahí sin moverte, no has ido ni al baño —rio y oí cómo tecleaba al mismo tiempo.

—¿Y tú cómo lo sabes?

—Porque hoy no ha sonado mucho el teléfono y no tenía nada mejor que hacer que cronometrarte— reí.

—mira que eres tonto.

—Te invito a comer —y lo dijo serio, se produjo un silencio… no exactamente incómodo, solo tratando de asimilar si me estaba tomando el pelo o no.

Me lo soltó así, sin anestesia ni nada. Nataniel. El mismísimo Nataniel. Que ustedes no sabéis quién es, pero puedo deciros que es el hombre más deseado de toda la planta de la oficina (diría que de todo el edificio, pero como no tengo contacto con el resto del personal tampoco puedo asegurarlo).

Guapo, moreno, alto, cuerpo esculpido, barba cuidada, peinado despeinado, sonrisa Profident, sexy, divertido… (y así estaría hasta mañana porque se me ocurren un montón de adjetivos más). Él es ese hombre con el que todas las chicas de las empresa bromeamos con tirarnos en cualquier rincón del archivo general, y aquí ando… tratando de que no se me note que se me han mojado las bragas solo con la idea de comérmelo enterito… digo, de comer junto a él… y me pregunto yo, ¿ya que me he saltado el café y si voy a comer con él probablemente tendré que saltarme el yoga? ¿Hoy será al fin el día que…?

Ya os contaré cómo me fue.

 

 

 

El día que conocí a…

SalvaMe llamo Salva, tengo veintiséis años y trabajo como policía Nacional en la Comisaría de Las Palmas de Gran Canaria. Vivo solo y mi rutina está muy ligada al deporte y a las películas a la carta. Soy adicto al café, pero también pienso que es absolutamente necesario en mi trabajo.

Conocí a Maday a principios de diciembre, y os juro, que la primera vez que hablé con ella pensé que estaba loca, pero tenía ese aspecto tan dulce y parecía tan afectada con la desaparición de aquella persona misteriosa que me detallaba, que quise creerla. Sin embargo no tenía ni idea de cómo podía ayudarla. En un primer momento la noté tan incómoda y nerviosa que pensé que había sufrido algún tipo de abuso y que prefería hablar con una mujer, pero negó con su cabeza y me relató poco a poco su preocupación.

Aquella muchacha se había metido en mi cabeza y me sorprendía demasiado a menudo pensando en ella y en cómo ayudarla, así que una de mis mañanas libres me acerqué hasta la cafetería donde me había dicho que trabajaba. Accedió a acompañarme a dar una vuelta por el pueblo, con la intención de averiguar algo sobre la mujer que había desaparecido que nos llevara a su paradero.

Justo al día siguiente me la encontré en el supermercado. Ambos hacíamos nuestras lily-collins-flawless-skincompras para la cena de Navidad. Ese año había decidido pasarlas solo en casa por diversas circusntancias familiares. Por lo visto Maday iba a hacer lo mismo, y por los ingredientes que vi en su cesta de la compra pude suponer que lo de la cocina no se le daba especialmente bien.

Minutos más tarde me atreví a invitarla a mi casa. Donde le ofrecería una de mis mejores recetas navideñas y mi compañía. Era una locura, pero aquella muchacha tenía algo especial, las pocas veces que la había visto sonreír se me iluminaba la vida.

¿Cómo podía ayudarla? No sabía exactamente, pero estaba dispuesto a hacerlo al precio que fuera.

Si quieres conocer la historia de Salva descúbrela dentro de Navidad con una hora menos, la antología de las RomántiCanarias. Busca el relato número trece: Todo acabó con la última campanada.

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«Los muñecos de nieve hechos con arena también tienen su encanto. Celebrar el Fin de Año en la playa comiendo trozos de plátano en vez de uvas parece una buena idea. ¡No hay pepitas! Que el pavo relleno pida clemencia y que lo metan en el horno porque hace menos calor dentro que fuera… ¿no es para plantearse que en Canarias se puede disfrutar de una navidad poco convencional? 

Prueba y verás. 

Relatos navideños con un toque diferente». 

Vente a comer el turrón… pero en helado.

Sábado, sabadete…

Hoy vengo a hablarlos de mi ranking personal en novelas eróticas…

Cuando oigo hablar de las novelas eróticas, del fenómeno 50 sombras de Grey, en el que por supuesto caí, como el ochenta por ciento de las lectoras españolas de romántica, pienso que sí, vale… fue entretenido, no voy a criticar una novela súper ventas porque ese no es el objetivo de este artículo (pienso que cada cuál lee lo que quiere, lo que le apetece y si lo disfruta bienvenido sea), pero personalmente hay otras que me han gustado mucho más.

De lo que vengo a hablar es de las novelas eróticas que a mí más me han gustado, el top, top, top… en el que pienso cuando una persona me dice, me apetece leer algo de literatura erótica. Entonces me vienen varias historias a la cabeza.

Cuando pienso: me apetece leer una novela erótica, entonces recapacito qué tipo de novela. ¿El amor es importante? ¿O solo el sexo? A veces depende un poco del estado de ánimo, del día que haya tenido, de lo mimosa que esté ese día…

Mi novela favorita de este género la leí hace algunos años: S.E.C.R.E.T. de L. Marie Adeline, la cual he recomendado tantas veces que he perdido la cuenta.

Para mí es una novela que vale mucho la pena leer, porque habla de erotismo, sí, mucho… pero también habla de superación personal, de autoestima, de cumplir fantasías y también de amor. Realmente es una serie de novelas , me he leído la uno y la dos y me han enamorado a partes iguales.

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Sinopsis:

«Cassie, la protagonista, es una joven viuda que es introducida en una sociedad underground, S.E.C.R.E.T. que permite a las mujeres llevar a cabo sus fantasías y disfrutar al máximo de su sexualidad.

Una vez se acepta entrar en la organización, la mujer debe seleccionar las diez fantasías que quiere vivir. Cada capítulo cuenta una fantasía sexual de la protagonista. Con cada una de las fantasías las mujeres van creciendo y ganando en autoestima y libertad. 

Por cada una de las fantasías cumplidas, la participante recibe un abalorio para colgar en su pulsera como símbolo de la prueba superada. Cada abalorio lleva escrito lo que ha aprendido y se corresponde con uno de los pasos.

Una vez se han cumplido las 10 fantasías, las mujeres pueden decidir libremente si abandonan el club S.E.C.R.E.T. o permanecen en él como participantes activas y buscando nuevas adeptas. 

Segura. La fantasía no debe suponer ningún peligro para la participante. 
Erótica. Tiene que ser de naturaleza sexual y no una simple imaginación platónica. 
Cautivante. Debe despertar en ella un auténtico deseo de hacer realidad. 
Romántica. La hará sentirse deseada. 
Eufórica. Experimentará alegría y felicidad en el acto sexual. 
Transformadora. Y la vivencia provocará un cambio fundamental en su vida.

Millones de mujeres comparten un secreto ¿Te atreves a descubrirlo? S.E.C.R.E.T.»

 

Para mí tiene una trama original. ¿Quién no ha deseado alguna vez que se cumplan todas sus fantasías? Las dos que he leído de la serie me han encantado y están a la cabecera de mis novelas eróticas favoritas.

Amor * * * * *

Erotismo * * * *

 

Ahora bien, ponte en situación: llevas un día estresado, agobiado del corre a corre, igual has tenido alguna trifulca en el trabajo o los niños se han puesto más quejicosos de lo habitual. Te sientes cargada, en tensión y necesitas desahogarte, pero primero un momento kit kat de desconexión antes de prestarle atención a tu señor churri. Este es tu libro ideal: Una mancha en la cama de Magela Gracia.

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Sinopsis:

«Una mancha en la cama es la historia de una mujer amante del sexo; sexo morboso, sexo salvaje, sexo ajeno… Ajeno, sobre todo eso. Se deleita con el sexo de otros. La protagonista tiene una imaginación desbordante, y busca inspiración donde uno menos se lo espera. Le gusta sacar escenas pornográficas de las cosas cotidianas que observa en el parque, y luego, en la intimidad de su casa, las transforma a su antojo para crear una pequeña historia, con la que disfrutar, después, manchando las sábanas de su cama. Porque la mejor mancha que puede tener una sábana es la que luce, orgullosa, después de una buena sesión de sexo. Una mancha en la cama es un libro de relatos, imaginados por una mente perversa, para el disfrute de hombres y mujeres que no le tengan miedo a dejar volar su imaginación, apartando los prejuicios, y dejando que sea la entrepierna la que mande. Porque, si te excita… no puede ser malo.»

Lo que más me gusta de la forma de escribir de esta autora es la forma en la que crea tensión sexual. Su lenguaje es directo y claro, sin tapujos, sin amor… sexo, pura y llanamente sexo.

Advierto, no es un libro para leer del tirón, con uno o dos relatos lograrás «cambiar el chip» y centrarte en esa otra parte que te hará quedarte relajadita y satisfecha (al menos para ese día/noche).

Es tanto para mujeres como para hombres… es más, su autora reconoce que de este libro en concreto tiene más lectores del género masculino que femenino.

Amor  *

Erotismo * * * * *

 

Cambiamos de registro: Hoy tienes un día especialmente ñoño, tienes ganas de leer una historia romántica, que te enamore, que te haga palpitar de emoción, pero al mismo tiempo que te ayude a elevar la temperatura (rápidamente a poder ser).

Tengo que nombrar a una de mis favoritas del género: Elizabeth Benavent. Si bien es cierto que no me he leído todas sus novelas, las sagas que me he comprado, las he devorado como si no hubiera un mañana. Es de esos típicos libros que te enganchan tanto que no puedes parar de leer y cuando te das cuenta te faltan dos horas para que suene el despertador y al día siguiente te quieres morir en el trabajo jaja.

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La Saga Valeria me gustó.

La Saga Mi Elección me sorprendió.

Y mi favorita es la Saga Silvia.

Temo que me he quedado muy atrás y me faltan muchas novelas suyas por leer pero cuando tengo un bloqueo de esos en los que siento que ninguna lectura me engancha, que nada me llena, que no logro empatizar con los personajes o enamorarme de ellos, voy de cabeza a esta autora. Para mí es una apuesta segura.

Erotismo * * * * *

Amor * * * * *

Dentro de las novelas puramente eróticas estas son mis favoritas, aunque he leído y disfrutado otras muchas otras que también os recomiendo: Saga Presa de su Objetivo (Cora Spark), La Comunidad (Ani M. Zay), La canción de Nora (Erika Lust)… una selección de novelas con una trama original, que enganchan, muy ligeras, divertidas y muy calientes, sin duda alguna.

Luego hay otro tipo de novelas que bajo mi punto de vista están más cargadas de romance que de erotismo, aunque las escenas sexuales sean muy explícitas… es el caso de Ese no era el trato, de Ani M. Zay o Quédate de con mi alma de Yanira García entre un sinfín de novelas de este estilo que me han conquistado, pero de ellas hablaré en otro post próximamente.

No sé si coincidiré en gustos o no contigo, pero como se suele decir… sobre gustos no hay nada escrito, ¿verdad? Si has leído alguno puedes dejarme aquí tus impresiones.

Raquel Antúnez

 

 

 

 

 

¡Estreno!

¡Buenos y benditos viernes!

Parece que esta semana se ha hecho interminable, será porque la próxima tenemos un puentaaazo, ¿verdad?

Hoy vengo a daros una gran noticia: ¡Estoy de estreno! En realidad la palabra adecuada es «estamos». El grupo RomántiCanarias nos hemos unido nuevamente para sorprenderos estas Navidades con una antología de lo más variada, con el objetivo de enamorarte.

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Sinopsis:

«Los muñecos de nieve hechos con arena también tienen su encanto. Celebrar el Fin de Año en la playa comiendo trozos de plátano en vez de uvas parece una buena idea. ¡No hay pepitas! Que el pavo relleno pida clemencia y que lo metan en el horno porque hace menos calor dentro que fuera… ¿no es para plantearse que en Canarias se puede disfrutar de una navidad poco convencional? 

Prueba y verás. 

Relatos navideños con un toque diferente. 

Vente a comer el turrón… pero en helado»

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¿Quieres saber más de las RomántiCanarias? Pásate por nuestra web.

 

 

Los lectores preguntan

Preguntas para el inspector Samuel Farias

de la novela Te encontraré

Samuel 22

¿Por qué decidiste ser policía? ¿Algún familiar cercano y decidiste seguir la tradición familiar?

No tengo ningún pariente cercano que se haya dedicado a esta profesión. Lo cierto es que siempre he tenido un instinto protector. Soy diez años mayor que mi hermana y supongo que cuando ella nació se me desarrolló la necesidad de protegerla.

Estuve muy unida a ella y siempre pensé que quería desarrollarme profesionalmente en algo en lo que las personas fueran lo más importante.

¿Por qué sigues soltero? ¿Acaso has estado todo este tiempo enamorado de Alexia en secreto?

Bueno, simplemente mi trabajo me lleva demasiado tiempo. Es complicado, no tengo un horario fijo, ni demasiado tiempo para conocer a otras personas. No es que no haya tenido relaciones, es que siempre han sido tirando a desastrosas.

Alexia apareció y reavivó sentimientos que estaban olvidados. No es que viviera mi vida pensando en ella continuamente, pero es verdad que siempre la recordaba con un cariño especial.

 

¿Qué caso o casos  te gusta resolver?

Obviamente me gustaría no tener que resolver ninguno, pero por desgracia, el ser humano es como es y siempre es necesaria la investigación policial. Lo que es cierto es que prefiero investigar casos que no me toquen de cerca porque me llevo la tensión a casa y no logro desconectar.

 

Preguntas realizadas por la lectora Yanira García.

 

 

Mi blog de autora

Por fin, tras mucho tiempo dándole vueltas a la cabeza a la idea, me he decidido a abrir mi propio blog de autora, con mayor o menor pericia he logrado crear una plataforma sencilla donde contaros un poco todas mis locuras, mostraros mis novelas, y las noticias más importantes de mi carrera literaria (carrera le viene que ni al pelo porque en este mundo se suda la gota gorda para ser un poco visible).

Así que aquí estoy, esto da comienzo y espero conquistaros un poquito cada día con mis letras.

¡Bienvenidos a mi rinconcito!